¿Quién no ama esos días cuando el sol se ha asomado y brilla con todo su resplandor?
No tan lindo, sin embargo, es tener que fruncir los ojos permanentemente cuando el sol brilla directo en tu cara! Mientras que esto es incómodo para la mayoría de la gente, la piel y ojos de los niños son aún más sensibles a los rayos directos del sol.
Especialmente los más pequeños no pueden comunicar claramente su malestar, y al estar amarrados con el arnés en su silla, no pueden moverse fuera del alcance del sol.
Una protección perfecta en unos pocos pasos...
Para garantizar la comodidad de tu bebé o niño/niña en el camino, ahora puedes acoplar la Capota Solar en su silla de seguridad. Se instala fácilmente y queda así protegida su cabeza de la luz directa del sol.
Simplemente colócalo en la superficie externa del repozacabezas, presiona los botones en ambos lados para fijarlos, y pasa la cinta de ajuste del repozacabezas a través de la apertura posterior. Para mayor protección, o cuando tu niño esté listo para una siesta, puedes desplegar la visera frontal.
Compatible con las sillas de seguridad Marie, Curie y Charlie de Swandoo.